La integración del conocimiento
No hay nada como la experiencia

Título
Mucho se piensa, se escribe o se dice sobre cómo vivir de este o de otro modo de vida, pero realmente nada de lo que se pueda transmitir llega, si no viene directamente de lo que ya se ha vivido y experimentado.
La lógica nunca podrá quitar la razón a la práctica, si no que, a través de la práctica, se podrá razonar con más amplitud y veracidad de conocimiento los principios formales del conocimiento humano. La práctica es la forma por la cual se podrá llegar a "tocar" las leyes del pensamiento que componen la lógica.
Las palabras que componen nuestra comunicación, ya sea escrita o hablada jamás podrá transmitir los sentimientos en su plenitud de sensaciones, percepciones e intuiciones y todos los matices de que estos se componen.
El ser humano está dotado de otros medios (aunque muchas veces nos somos conscientes) de entendimiento mas allá de los meramente físicos y estos a veces no se podrán nunca llegar a transmitir fielmente si no es a través de su propia experiencia, por ello sólo el que los experimenta puede comprender, esa comprensión en su totalidad no la podrá traspasar a otros para que la puedan integrar.
La experiencia es el único método autentico para poder hacerlo. La enseñanza es un conjunto de conocimientos e ideas que uno puede transmitir al otro, pero verdaderamente sólo su puesta en práctica garantizara su absoluta comprensión e integración. Por eso la vida del ser humano ha de ser experiencial, no hay maestros ni escuelas que valgan para poder enseñar con autenticidad su evolución como ser.
Para ello el ser humano tendrá como base su esencia, a partir de ella, podrá ir descifrando cada enseñanza que la misma existencia le pondrá como prueba a superar, entonces es cuando cada cual a través de sus propias "herramientas" podrá transformar los aspectos de su personalidad que sea pertinente hacerlo hasta encontrar un equilibrio interior.
La experiencia ajena solamente es un método para poder analizar situaciones y sacar nuestras propias conclusiones, aunque no siempre eso garantice que esas conclusiones sean las correctas, pero como de cada error también aprendemos, todo sirve para acceder a la fuente del conocimiento, sólo hay que estar consciente de ello.
La teoría sólo explica ideas provisionalmente, la práctica es la conclusión de esa misma teoría. Pero la práctica, sola no nos sirve, sí no se ejerce en consciencia y estar en estado de consciencia, es, estar atento y realmente QUERER estar abierto a todos los estímulos físicos y espirituales de cada momento que vivas, ser coherente con cada sentimiento, pensamiento, actitud y palabra, porque de esa conexión deriva la sabiduría que en sí misma es la esencia para la realización del SER.
Cuanto más amplias sean las experiencias, más amplio es el conocimiento. La experiencia también sirve para aprender a no precipitarse en conclusiones sobre razonamientos nuestros o ajenos, porque en este camino nada está completamente terminado, nada es definitivo, y nada es completamente la verdad, sólo es tu verdad, en ese momento.
De todas formas siempre hay que "oír" nuestro propio criterio a la hora de determinar que lo que creemos es lo correcto y proceder bajo ese convencimiento, aunque siempre estemos abiertos a modificarlos cuando así veamos sea lo razonable, y no dejarnos llevar por emociones que nos lo impidan hacerlo.
Como su propio nombre indica la experiencia es la enseñanza que se adquiere con la práctica, así que, no rechacemos cualquier vivencia por dura que nos parezca, en ella reside un pedacito de lo que tenemos que aprender, porque cada vivencia es única e irrepetible, otras se pueden asemejar e incluso parecernos que lo que vivimos se vuelve a repetir una y otra vez, pero eso solo nos muestra el reflejo de algo que está en nuestra vida y que tenemos que aprender a transformar, solo se nos está mostrando una situación que rechazamos, este movimiento se repetirá hasta que nos hagamos conscientes y lo aceptemos o lo transformemos.
No debemos olvidar que en cada cambio está una nueva experiencia y en cada final un nuevo comienzo, aunque muchas veces somos reacios a nuevas vivencias que no conocemos porque nos da miedo lo desconocido y nos sentimos protegidos en lo que ya conocemos, pero esa actitud solo nos dificulta y retrasa el aprendizaje que está destinado a que realicemos en esta vida física.
También es verdad que hay ciertas cosas que aunque no tengamos conciencia de haberlas experimentado, podemos saber que ya están integradas, porque no nos causan conflictos a la hora de vivirlas, posiblemente porque, estas vivencias fueran integradas en una anterior existencia y ya forman parte de nuestra personalidad.
Así es que, todo lo que no transformemos en esta existencia, lo arrastramos a otra y a otra hasta que tomemos conciencia de ello y la podamos modificar e integrar, pero siempre necesitaremos de pasar la experiencia consientes del "trabajo" a realizar.
Yang